(FIFA.com)Después de no haber asistido a la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, Costa Rica puso manos a la obra para demostrar que aquello había sido solamente un accidente. Después de haber cortado la racha de dos presencias mundialistas consecutivas, los Ticos trazaron un proyecto futbolístico cuyo ambicioso objetivo era no faltar a Brasil 2014.
Hasta el momento, las cosas van conforme a lo buscado: ocupan la segunda plaza del hexagonal final de la Zona Norte, Centroamérica y Caribe. Pero, si examinamos con mayor detenimiento la tabla, salta inmediatamente a la vista el hecho de que en seis juegos solo hayan permitido tres anotaciones. Uno de los actores que han resultado fundamental para construir esa muralla defensiva es Michael Umaña.
Lo mismo de central o contención, el polivalente jugador de 31 años habló en exclusiva con FIFA.com de cara al inicio de la recta final de la eliminatoria.
Seriedad y esfuerzo, claves fundamentales
«Trabajo», recalca Umaña varias veces al explicar el buen andar de su equipo. “Y el sacrificio combinado con la entrega que ha puesto cada seleccionado. Ha sido un trabajo bastante fuerte durante la eliminatoria. Hemos hecho conciencia de lo que representa este proceso rumbo al Mundial, y el grupo está tan unido como comprometido con la causa”, añade el futbolista, quien disputó los tres partidos de los Ticos en Alemania 2006.
Estos ideales no solo se han reflejado en el sólido aparato defensivo, pues los partidos se ganan con goles y los Ticos han sabido materializar con alto nivel de efectividad las oportunidades que generaron. “Yo creo que no solo la parte de atrás ha logrado esto. Es todo el equipo; todo el engranaje está funcionando. Tenemos grandes jugadores de media cancha en adelante y también una sólida base atrás. No solo la ofensiva ataca, así como tampoco no es exclusivo de la defensa detener a los contrarios”, explica con humildad sobre el accionar global de su equipo.
“Hemos formado una base», continúa Umaña, quien totaliza 21 encuentros eliminatorios en su carrera hasta el presente. «Somos un grupo de jugadores que cada que nos vemos aprovechamos todo el tiempo posible para seguir creciendo juntos, por lo que a lo largo del tiempo nos hemos ido conociendo mejor y eso se ve en la cancha. La concentración ha sido uno de los factores principales de trabajo, y eso, sumado a la sana competencia interna y las cualidades específicas de cada jugador, resulta en un equipo sólido”.
Un problema de apellido Donovan
La prueba de fuego viene desde Norteamérica. Pues con el regreso en gran nivel de Landon Donovan a la selección de Las barras y las estrellas, la fortaleza defensiva de los Ticos se verá sometida a los continuos embates del astro el próximo 6 de septiembre. “A Landon todos los conocemos. Sabemos de su calidad. Primero que nada, es una gran persona. Y de ahí se deriva su talento en el terreno de juego: es inteligente, se sabe mover, aprovechar los espacios, cuándo hacer una pausa o cambiar de ritmo. Es un jugador que te puede hacer la diferencia en cualquier parte de la cancha”, analiza.
A pesar de esto, Umaña considera que en Costa Rica no se encontrará con un ambiente propicio para demostrar su talento y uno de sus principales mandamientos será detenerlo. “Creo que acá va a tener un partido muy difícil, tenemos jugadores bastante fuerte en esa área y con cualidades para neutralizar el daño que nos quiera hacer”, completa el jugador de Deportivo Saprissa, la quinta camiseta que viste en su país.
Sin embargo, Estados Unidos no es solo Donovan y la misión del partido se extiende a sacar tres puntos que resultarían vitales para dar un paso más hacia el boleto mundialista. “Estamos conscientes de que podemos ganar. Nosotros tenemos que ser los primeros en ser positivos y, por qué no decirlo, estamos muy convencidos de que podemos sacar el resultado tan importante para nosotros. Sabemos que en una eliminatoria nadie regala nada, así que será un encuentro muy emocionante”, afirma con entusiasmo el jugador del Saprissa.
El panorama luce alentador para Costa Rica. Un deseo fundamentado en el esfuerzo colectivo, la calidad individual y el trabajo táctico, está cerca de cumplirse. Por lo que todos darán lo mejor de sí para materializar todos estos años de constancia. “Ahora viene lo más importante y lo más fuerte. Aún falta camino y no hay que confiarnos. Pero si seguimos por donde vamos, estoy seguro que vamos a poder lograr el objetivo fina. Tenemos lo necesario para ir a Brasil”, finaliza.