Desde España llegó para ponerse la camisa de la selección nacional. Pocos lo conocen, pero Luis Prieto Villalobos se ha convertido en la luz de los seleccionados que creyeron ver frustrada su competencia deportiva a causa de una lesión.
Con 33 años, hijo de un español y una tica, Prieto es licenciado en ciencias de la actividad física del deporte, preparador físico, fisioterapeuta y máster en la prevención y readaptación de lesiones.
“Desde el momento en el que se toca un balón hasta que se descansa puede llegar una lesión y es ahí donde entro yo”. Así inició la charla con el readaptador de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefutbol).
“Aunque nadie quiere estar lesionado, yo puedo decir que sin lesiones no tendría trabajo, pero más que vivir de las lesiones me gusta decir que vivo del reto de recuperar y de poner a punto a un jugador”, comentó Prieto, quien con las manos vacías determino viajar a Costa Rica.
“Llegué por casualidad, trabajé un tiempo en el Atlético de Madrid donde conocí al doctor Arguello, médico costarricense, quien me recomendó con el médico de la Selección, Alejandro Ramírez. Inicie contactos por correo electrónico y traté de brindar consejos de métodos para una mejor recuperación de lesiones; así me conocieron”, relató Luis Prieto.
Pero fue en marzo del 2013 que tomó la determinación de correr riesgos y a pesar de no tener una oferta laboral en concreto s
A partir de ese encuentro las cosas no fluyeron tan fácilmente, tenía un reto en sus manos y era mostrar su trabajo y la efectividad del mismo.
“Tuve que trabajar gratis, demostrar la diferencia entre un fisioterapeuta y un readaptador, mostrar las ventajas de mi profesión y los beneficios que podían traer al equipo”, contó Prieto quien en su aventura por Costa Rica se convirtió en el “ángel” del volante José Miguel Cubero, debido a que tras meses de sufrir una lesión no lograba incorporarse con normalidad a los trabajos con su club.
“Puedo decir que lo que me abrió las puertas en el mercado fue Cubero; se mantenía lesionado y a pesar de creer que estaba listo para unirse a los entrenamientos siempre recaía. El doctor Ramírez me lo remitió, el jugador me contrató y en un mes lo tuve listo para unirse de manera normal a la temporada”, dijo Prieto
Después de recuperarlo trabajó con Johnny Acosta y Keylor Navas, jugadores que le abrieron las puertas para que un 6 de octubre del 2013 firmara con la FEDEFUTBOL.
Con la Selección clasificada al mundial el compromiso y exigencia se duplicaron, sobre todo a Prieto, quien a dos meses del debut mundialista recibió a piezas claves, como Celso Borges y Cristian Gamboa con lesiones de cuidado.
“No podía asegurar que iban a estar a punto para Brasil, todo dependía de la evolución de la lesión y del tiempo que durarían reincorporándose”, manifestó.
Pese al duro trabajo la respuesta fue positiva, ambos jugadores se unieron a los trabajos de la Tricolor y fueron parte importante del triunfo de la Selección en la Copa del mundo.
Con tan sonada recuperación Prieto puso su nombre, no sólo entre los departamentos médicos de los equipos nacionales, sino ante los de cuadros en los que milita cada seleccionado.
“Durante el Mundial de Brasil tuve que trabajar con la reincorporación de Álvaro Saborio y Heiner Mora, así como el mantenimiento físico de Michael Umaña y Junior Díaz cuando tuvieron cuadros gripales”, puntualizó Prieto.
A partir de ese momento el apellido Prieto suena más en el balompié nacional, en donde la FEDEFUTBOL se puede codear con cuerpos médicos como los del Barcelona, Real Madrid o el Chelsea al contar con personal altamente capacitado para afrontar las lesiones de sus deportistas.