Siempre trata de estar en ambientes positivos, rodeado de amigos que tengan buena conducta; que no le permitan desviarse del camino y de los objetivos que tiene planteados a su corta edad. Esa es la mentalidad de Flavio Fonseca Ureña, uno de los zagueros de la Selección Nacional Sub-17.
Vecino de Agua Caliente de Cartago, tiene 17 años y se define como un jugador con mucha disciplina y competitividad. Para él todo lo que ha dejado de hacer por el fútbol, no son sacrificios porque ve como un privilegio tener las capacidades para practicarlo.
En su lista de comidas favoritas están los espaguetis en salsa blanca, quiere estudiar arquitectura y se declara aficionado al Club Sport Cartaginés y al Atlético de Madrid.
¿Quién es Flavio Fonseca?
Una persona muy tranquila, disciplinada, honesta, tolerante y que le gusta la competitividad, ese soy yo.
¿Cuál es su mayor sueño?
El mismo que el de la mayoría de los jugadores, poder estar en un equipo grande en Europa.
Desde que tengo memoria recuerdo que andaba detrás de una pelota, creo que desde que estaba en la panza de mi mamá ya jugaba fútbol (risas). Mi abuelo tenía una escuelita de fútbol y él fue el que desde pequeño me ponía a jugar. Recuerdo que salíamos con mis primos y ellos siempre buscan jugar en el “play”, en los toboganes y esas cosas, yo por otro lado jugaba con la bola.
¿Cómo es el día a día de Flavio?
Me levanto muy temprano, debo acomodar mi cuarto y ayudarle a mi mamá con los deberes de la casa, luego me voy a entrenar y regreso a descansar para repetir las mismas actividades el día siguiente.
¿Admira a alguien?
En el fútbol siempre he admirado mucho a Carles Puyol, fue un gran jugador. Fuera del deporte, a Milton Rodríguez, papá de uno de mis compañeros del equipo (Sub 17 del Club Sport Cartaginés) porque es una persona que tiene grandes características y que ayuda a los demás sin esperar nada.
¿Qué pasó por su mente al ver que la Sele tenía el pase al mundial?
Era la oportunidad de estar aquí, que debía esforzarme más de lo que venía haciéndolo para que me tomarán en cuenta. Estar aquí es un sueño, muchos quieren y pocos pueden.