La clasificación a un campeonato mundial mayor femenino de la FIFA se convirtió en un sueño de muchas, pero un privilegio de pocas. La guardameta y figura de la Selección de Costa Rica, Dinnia Díaz, relató cómo vivió los segundos finales a la gesta histórica, que dos años después sigue viva en el recuerdo de los costarricenses.

Fue la tarde del 24 de octubre de 2014 cuando las ticas se jugaron el boleto de la clasificación mundialista ante Trinidad & Tobago en el Premundial de la CONCACAF.

“Logramos muchas cosas en el primer tiempo, en el segundo se nos complicó y el partido se extendió a tiempos extra. Es ilógico no sentir nervios en un partido clasificatorio al Mundial”, comentó la guardameta de la Tricolor.Dinnia-Diaz-Costa-Rica-Mundial_LNCIMA20141024_0205_27

Pero el fútbol es tan incierto que el partido se alargó hasta lo inesperado. Costa Rica, amplio dominador del duelo, no sentenció a las caribeñas en el tramo final y el marcador dictaminó un empate a uno. En el tiempo extra se tenía la esperanza de sellar el boleto y así evitar la tanda de penales.

“En el segundo tiempo extra hubo un tiro de esquina, yo salí por el balón, lo logré agarrar pero me doble los dedos; sentí un dolor tan fuerte que creía que me había fracturado. Así terminó el partido y nos fuimos a penales”, acotó la guanacasteca.

Entonces, el destino las llevó hasta el purgatorio del fútbol: los penales, tarde en la que nació una heroína.

“Realmente no escuché cuando dijeron quienes iban a tirar los penales, tenía hasta ganas de lanzar uno, pero ya estaba la lista. Ganamos la rifa y simplemente me fui al marco. Solo imaginaba a mis papás detrás del televisor. En el primer penal recordé muchos consejos de todos los profesores que había tenido y sin duda me ayudó”, relató la portera del equipo costarricense.

La guanacasteca relató que no era el momento de perder la calma y así se lo hizo saber a sus compañeras.

Con mente fría yCristin-Granados-Rodriguez-Dinnia-Canada_LNCIMA20141024_0201_5 la concentración al tope la guardameta estaba lista. Se paró bajo los tres palos, no perdió la mirada del balón, adivinó la trayectoria del remate y se lanzó al costado izquierdo… el primer penal detenido.

La acción se repitió en el segundo cobro de las trinitarias, esta vez el lanzamiento iba hacia la derecha. Con dos penales atajados la hazaña podía quedar ahí, pero aún faltaba un disparo, el más importante de su vida.

Con el tercer lanzamiento el país se paralizó, la portera de la Sele se lanzó a la izquierda y… ¡Lo detuvo! Costa Rica entera lo gritó y celebró.

Por primera vez en la historia se logró el boleto a un Mundial Mayor Femenino.

“Después de dos años lo único que puedo decir es ‘Gracias Dios’. Todo lo que vivimos cambio mi vida, me siento una persona bendecida y afortunada, porque me ayudó a tener confianza como mujer, deportista, hija, tía y me ha motivado para lograr metas que me he propuesto, pero sé que también caló hondo en mis compañeras, porque sé que para cada una de ellas también su vida cambió”, finalizó Dinnia Díaz.