La carrera arbitral no ha sido nada fácil para Benjamín Pineda, pero con su constancia y tenacidad, la luz del sol comienza a calentarle y su presencia en los terrenos de la Primera División es cada vez más constante.
Con el nombramiento como árbitro central del partido entre Liberia y Pérez Zeledón, Pineda completará su quinto partido dirigido este torneo, a lo que debe sumarle 5 presencias como cuarto juez.
Esos números superan y por mucho lo que había logrado desde su debut en la máxima categoría en el Invierno 2015, que tras iniciar el 16 de agosto con el juego UCR Santos (0-2) hizo tres partidos más.
En el verano 2016 sólo dirigió Cartaginés ante Limón en la jornada inaugural, en uno de sus momentos más complicados que le costaron que no lo nombraran más a lo largo del torneo y solo dos veces en el invierno de ese mismo año.
Pero las complicaciones no terminaron y en el verano de este año, no dirigió ni un solo encuentro. Cualquiera se hubiese dado por vencido, pero así no es Benjamín Pineda, y hoy recoge los frutos.
Los números de esta temporada son de envidia, ha estado nombrado en 10 de las 11 jornadas, algo que hace dos meses era más que un sueño, pero para lo que ha trabajado cada día.
“Hasta ahora logro conseguir 4 partidos dirigidos en una misma temporada, es una gran motivación, esa regularidad lo es todo para un árbitro, da confianza y se trabaja para eso. Sin duda me siento como un jugador que pasa por su mejor momento”, expresó Pineda.
Lo que está viviendo no es casualidad, primero que todo agradece la confianza de la Comisión, pero a la vez siente que la madurez y la experiencia lograda en estos años, después de golpes duros que ha resistido, son la clave para disfrutar de este lindo momento.
A sus 30 años y pese al grato momento que vive, asegura que quiere seguir por la senda de la consolidación, pero que ante todo, para no caer, tiene los pies bien puestos en la tierra.
“Yo soy mi propia y mayor competencia, siempre quiero mejorar. Esto es súper alentador, más que soy un apasionado del arbitraje, por eso nunca voy a claudicar. Las adversidades me han hecho más fuerte”, comentó.
Con objetivos claros y todo puesto en manos de Dios, Pineda camina a paso firme, a consolidarse en la primera División.