Vio pasar generación en generación de jugadores y jugadoras del fútbol, hechos históricos que erizan la piel, a selecciones abrirse camino y conseguir por primera vez lo que nunca se había logrado. En la retina de Flor Iveth Gamboa hay un sinfín de historias que la acompañarán para siempre.
Ella fue por 32 años asistente administrativa de Selecciones Nacionales de la Federación Costarricense de Fútbol y el pasado 15 de mayo tuvo su jubilación.
Doña Flory, doña Flo, Mami Flory por mencionar algunos, son los nombres por los que exjugadores, futbolistas y personal administrativo le dice a quien fue, hasta este mes, la funcionaria con mas años laborando en la Fedefútbol.
Ingresó al ente rector del fútbol tico en 1988 con 24 años y desde entonces pudo presenciar el hecho histórico de la clasificación tica a Italia 90, asistió con la Selección al Mundial de Corea y Japón y estuvo en las gradas del famoso “Aztecazo”.
Vivió todos los inicios del fútbol femenino en selecciones nacionales y momentos únicos, como las tres primeras copas del mundo en categoría Sub 17 en Nueva Zelanda 2008, Sub 20 Alemania 2010 y en Canadá 2015 mayor.
“Es una vida completa. Es amor, es felicidad, es que te paguen por hacer lo que más te gusta. No podría excluir ni decir que prefiero algún momento, todo lo que he vivido en la Federación ha sido grandioso. Es mi vida completa la que siempre puse a disposición y pasé en este lugar”, así definió doña Flo toda esta experiencia laboral.


Gamboa es vecina de San Ramón y tiene 60 años, durante todos los años en los que laboró viajó todos los días desde el pueblo ramonense hasta La Sabana y luego a San Rafael de Alajuela, donde actualmente está el Complejo Deportivo Fedefútbol- Plycem.
Tiene grandes amigos en el fútbol, el mas cercano es el ex arquero y actual entrenador de porteros, Luis Gabelo Conejo, a quien define como un hermano y quien es el padrino de su hijo José Carlos.
Flor Iveth cuenta también como hace 32 años inició su amor por el fútbol, cuando apenas estaba terminando el colegio y colaboraba con la Asociación Ramonense realizando los cobros de recibos de los socios. Ese primer trabajo fue su trampolín para pocos años después ingresar a la Fedefútbol.
“Era muy fiebre y me gustaba mucho el fútbol entonces antes de salir del colegio colaboraba cobrando recibos en la Asociación Ramonense. Luego, cuando salí del colegio me dieron trabajo en una agencia de electrodomésticos de refrigeración comerciales, pero duré poco porque me llamaron del Ramonense para decirme que me contrataban a tiempo completo y así fue cómo llegué al futbol y me abrió las puertas para un año después estar en la Federación”, dijo Gamboa.
“El nombre de mami Flory surgió en el 2008 cuando ya tenía dos años de estar con selecciones femeninas. Recuerdo que íbamos para el Mundial de Nueva Zelanda y la mamá de una jugadora me dijo que se la cuidara como si fuera mía, porque era su tesoro y me dijo usted será su mami Flory y desde ahí hasta entonces me dicen así ellas”, contó.
Pero ese nombre de “mami Flory” cree que refleja mucho el cariño y la atención que intentó darle a los jugadores y jugadoras. Recuerda como tuvo que pasar noches en vela con futbolistas enfermas o en hospitales por alguna lesión o bien, pendiente de alguno o alguna que no quería comer en las concentraciones.
Muchas historias que contar, cientos de recuerdos históricos, decenas de amigos del fútbol le dejan estos 32 años y tres meses exactos a Flor Iveth Gamboa.