Hay una enseñanza que se repite en cada día de trabajo de la Selección Sub 20 femenina que dirige Harold López: el equipo tiene que vivir desde ahora con la rigurosidad que exige un Mundial.
Abigail Sancho, lateral derecha de la Tricolor, lo explica con claridad: “Los Profes siempre nos dicen que desde ahora tenemos que pensar como mundialistas, vivir como mundialistas, soñar como mundialistas… Para eso nos preparamos aquí y también en nuestros clubes”.
Y es que el grupo que dirige López tendrá la responsabilidad de representar a nuestro país en el Mundial de la categoría que se disputará en Costa Rica el año próximo. Así que la asignación es doble: no solo van a participar en un torneo de rango planetario, sino que además lo harán en casa ante la mirada y el entusiasmo de los aficionados locales, ojalá ya de regreso en las graderías.
El equipo inició sus entrenamientos la semana anterior y combina figuras de cierto recorrido con otras que apenas están saliendo del cascarón sub 17 para asumir el siguiente peldaño.
Abigail, vecina de El Porvenir de Desamparados, es una de las que está empezando a familiarizarse con el proceso. “Cuando nos llegó la noticia de que estábamos convocadas, lo tomamos con mucha responsabilidad, alegría y buena actitud. Tuvimos una primera semana bastante intensa y positiva”.
La carrilera de 18 años de edad ya suma experiencia en Primera División, con el Deportivo Saprissa, y reconoce con humildad que el camino de preparación hacia el Mundial implicará mucho crecimiento como jugadora. “Cada una tiene que mejorar individualmente, analizar nuestros errores en la cancha, y así nos veremos mejor de manera grupal”.
Mariana Carvajal es otra de las figuras jóvenes. Cuando todavía le falta bastante para estrenar la cédula (tiene 16 años) ya se está familiarizando con el peso extra que implica ponerse la camisa Tricolor.
“Las que tienen más experiencia siempre nos ayudan. Es un grupo muy bonito, en el que compartimos y aprendemos entre todas”, comentó la también lateral del Saprissa.
Mariana trae proceso de anteriores selecciones menores. Y por supuesto, calibra la mira hacia el reto que les espera en el 2022. “Una siempre quiere ir a un Mundial, y con más razón si es en nuestro país”, agregó.
Cuando apenas empieza a construir su historia en el universo del fútbol, Mariana -oriunda de Tucurrique en la provincia de Cartago- ya delinea otras metas que perseguirá en el futuro: ser campeona nacional y vivir la oportunidad de jugar en el extranjero.
Todo esto, por supuesto, mientras incuba la ilusión de estar en la lista definitiva para el Mundial del año próximo. Un sueño que ya vive a tiempo completo en la cabeza de las seleccionadas.